Tal día como hoy, en 1992, el Concorde, avión supersónico de fabricación franco-británica, dio la vuelta al mundo en 32 horas y 49 minutos, estableciendo un nuevo récord. El vuelo se realizó como conmemoración del descubrimiento América por Cristóbal Colón, 500 años antes y Lisboa fue la localización de despegue y de destino del viaje. El proyecto de fabricación y desarrollo de este avión, que fue durante décadas la única nave comercial que realizó con regularidad vuelos supersónicos entre Nueva York y París, fue uno de los retos más complicados a los que se ha enfrentado la industria aeronáutica mundial.