Informe Warren

 El asesinato a tiros del presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, en noviembre de 1963 conmocionó al mundo entero. Aunque el supuesto autor de los mismos, Lee Harvey Oswald, fue detenido varias horas después de los hechos, la confusión y la disparidad de versiones entre los testigos anunciaron desde el primer momento las dificultades a las que habría de hacer frente la investigación. El asesinato del propio Oswald dos días después no haría sino incrementarlas. En esas circunstancias el presidente Lyndon B. Johnson, designó una Comisión para llevar a cabo la investigación oficial del magnicidio, la Comisión Warren. Ésta presentaría sus conclusiones al presidente tal día como hoy de 1964, según las cuales Oswald actuó solo y por su propia cuenta. Pese al dictamen, buena parte de la sociedad estadounidense continuó creyendo que tras Oswald debieron existir otros intereses.