El 12 de junio de 1985 se aprueba el ingreso de España y de Portugal en la Comunidad Económica Europea en una solemne sesión en el Palacio Real, pero no se hace oficial hasta el 1 de enero del 86.
España solicitó por primera vez la adhesión a la CEE en 1962 durante la dictadura De Francisco Franco. Sin embargo, uno de los requisitos de admisión que exigía la comunidad era ser un Estado democrático por lo que el ingreso le fue denegado.
Durante la transición, el gobierno de Adolfo Suárez realizó una nueva solicitud en 1977. Para que se produjera el ingreso efectivamente, España debía ratificar los Pactos Internacionales de Derechos Civiles, Económicos y Culturales de las Naciones Unidas además de ingresar en el Consejo de Europa.
El mismo día tuvo lugar un acto similar en Lisboa que ratificaba el ingreso de Portugal.