El 14 de octubre de 1962 Estados Unidos descubrió en territorio cubano bases soviéticas de misiles. Las relaciones con Cuba habían ido empeorando desde que Fidel Castro había tomado el poder en 1959, y desde el verano de 1962 el aumento considerable de la ayuda soviética que llegaba a la isla por mar había hecho sospechar a la administración Kennedy. La evidencia de la presencia de los misiles y de que podían alcanzar territorio estadounidense desencadenaron una crisis de 13 días que estuvo a punto de llevar al mundo al apocalipsis nuclear y que sólo finalizó con el anuncio por parte de Jruschov del desmantelamiento y retirada de las bases el 28 de octubre.