Juramento del juego de pelota

 Tal día como hoy de 1789, Versalles fue presa de la agitación política. Luis XVI, acosado por problemas financieros y el descontento popular, se había visto obligado a convocar los Estados Generales, la tradicional asamblea de representación del reino de origen medieval. Las sesiones se abrieron en Versalles el día 5 de mayo y los representantes de los no privilegiados, el llamado Tercer Estado, se vieron rápidamente decepcionados. Sus demandas de igualdad política con la nobleza y el clero y de reforma de las instituciones fueron ignoradas. Se les obligó a reunirse por separado y sólo se les admitiría un voto colectivo. Ante tal situación, los diputados decidieron proclamarse “Asamblea Nacional” en representación de toda la nación y comenzar a discutir las reformas. El día 20 encontraron su sede cerrada, por lo que acudieron a la Sala del Juego de Pelota y, en medio de un ambiente de éxtasis, juraron no disolverse hasta que se hubiese establecido una constitución para el reino. Francia caminaba hacia la revolución.