El 20 de julio de 1971 tuvo lugar en la localidad granadina de Baza uno de los hallazgos arqueológicos más destacados del siglo XX en España, la Dama de Baza. La Dama, una escultura en piedra caliza del siglo IV a.C., fue hallada en las excavaciones de la necrópolis ibérica de Cerro Cepero. Aquella mañana el arqueólogo Francisco Presedo se encontraba excavando la tumba 155 de la necrópolis cuando vio aparecer una cabeza pintada entre la tierra. La escultura representa a una mujer perteneciente a la aristocracia local y apareció rodeada de un rico ajuar de piezas de cerámica, bronce, hierro, piedra y concha. Se trata de una escultura sedente que se concibió como urna cineraria. El hallazgo dio pie a un pleito con los dueños del terreno excavado sobre la propiedad de la pieza que finalmente fue resuelto a favor del Estado.