Tal día como hoy de 1991 fue un día señalado en la historia del siglo XX. Las tres cámaras del parlamento sudafricano se reunieron para votar sobre la propuesta de suprimir la ley de clasificación racial, la última ley vigente en la que se había basado el apartheid. Éste era el sistema de segregación racial establecido tras la victoria del Partido Nacional en 1948 y que había supuesto durante décadas la relegación de la población negra en todos los ámbitos: jurídico, político y social. La ley de clasificación se aprobó en 1950 y establecía que los sudafricanos tenían que ser clasificados al nacer en función de su color de piel. Aquel día de 1991 la mayoría de los diputados apoyó su derogación, a excepción del radical y segregacionista Partido Conservador, con lo que el apartheid quedó formalmente abolido. Fue un paso más en el programa del presidente sudafricano Frederik de Klerk, que desde su elección en 1989 pretendía convertir Sudáfrica en una sociedad democrática multirracial.
