Tras la II Guerra Mundial Corea se convirtió en uno de los escenarios de la Guerra Fría. El enfrentamiento entre los bloques capitalista y comunista dio lugar a la división del país por el paralelo 38 y la proclamación en 1948 de dos Estados independientes: la República de Corea del Sur, bajo influencia de Estados Unidos y la República Popular de Corea del Norte, con apoyo soviético. En 1950 una serie de incidentes fronterizos conducirían a la invasión de Corea del Sur por el ejército norcoreano el 25 de junio. El Consejo de Seguridad de la ONU (reunido en ausencia del representante de la URSS) calificó el ataque como agresión y el día 27 se produjo la intervención militar directa de EE.UU. En octubre China anunció su intervención en el conflicto, mientras la URSS trataba de asegurar sus intereses frente al Consejo de Seguridad. La guerra se prolongó hasta julio de 1953 cuando se firmó el armisticio de Panmunjom por el que se creaba un área de seguridad de 4 km en torno al paralelo 38 vigilada por la ONU, situación que prosigue en la actualidad.