Tal día como hoy del año 1540 la Compañía de Jesús quedaba formalmente constituida como orden religiosa católica. Una bula emitida por el Papa Paulo III ese día sancionó la existencia de la orden fundada por Ignacio de Loyola. Bajo el lema Ad Maiorem Dei Gloriam (a mayor gloria de Dios) la Compañía de Jesús se convirtió en una de las órdenes religiosas más influyentes de la historia. Su especial dedicación a la formación de las élites unida a su independencia en el seno de la Iglesia motivaría que la orden fuese vista con creciente desconfianza por el poder político e incluso por el papado. La percepción de la Compañía De Jesús como un Estado dentro del Estado motivó su expulsión de diversos reinos, como sucedió en España en 1767. Los múltiples ataques contra la orden culminaron con su supresión en 1773 por Clemente XIV. La orden no sería restaurada hasta 1814 por Pío VII.