Tal día como hoy de 1968, en su residencia de Arcan Ridge (Connecticut), falleció Helen Keller. Había nacido en 1880 en Tuscumbia (Alabama) y a los 19 meses perdió la vista y el oído por una enfermedad no identificada (se sospecha que escarlatina o rubeola). Creció en estado casi salvaje hasta marzo de 1887, cuando llegó la educadora Anne Sullivan. En pocas semanas Sullivan hizo progresos increíbles con la niña, a la que enseñó las letras y palabras utilizando un sistema manual de signos. Keller aprendió a leer, escribir y hablar (aunque con dificultad). En 1904 culminó su sueño de completar su educación graduándose en el Radcliffe College. Se dedicó profesionalmente a la escritura y el periodismo, luchó constantemente por mejorar la situación de las personas ciegas y sordas; fue activa militante pacifista, socialista, feminista y por los derechos civiles. Dio conferencias en todo el mundo y se entrevistó con los mayores líderes mundiales de su tiempo.