Poco antes de las diez de la noche del 9 de junio de 1999 las delegaciones militares de la OTAN y de Yugoslavia llegaban a un acuerdo histórico que supondría el fin de la guerra en los Balcanes. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, compareció de madrugada ante unos expectantes medios de comunicación para anunciar el fin de las hostilidades en Kosovo, la retirada serbia y la voluntad de garantizar el retorno de los desplazados por la guerra. «Es un gran día para la paz y para los refugiados», llegó a afirmar Solana. El conflicto comenzó en la primavera de 1999 cuando el líder nacionalista serbio y presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, decidió expulsar a la población albanesa de Kosovo. La OTAN respondió con varios meses de bombardeos, tras los cuales se alcanzaría el histórico acuerdo con el líder serbio. En abril de 2001 Milosevic fue detenido acusado de crímenes contra la humanidad cometidos durante las guerras de Croacia, Bosnia y Kosovo. Falleció en 2006 cuando estaba siendo procesado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya.