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Castillo de Ponferrada

La historia templaria de España no podría entenderse sin el castillo de Ponferrada, ya que en su interior se puede casi palpar el espíritu de la orden del Temple. El foso, almenas y torreones de esta espectacular fortaleza situada a orillas del río Sil nos trasladan directamente a la Edad Media.

Ermita de la Vera Cruz, en Segovia

Gran parte de los turistas que visitan el Alcázar de Segovia, cuando se asoman desde alguno de sus torreones, se preguntan qué iglesia será aquélla que se ve a lo lejos, y que presenta una curiosa forma circular. Este bellísimo templo románico no es otro que la Ermita de la Vera Cruz, cuya construcción se atribuye a los caballeros templarios.

Mucho se ha teorizado sobre este templo, que también fue conocido en el pasado como la Iglesia del Santo Sepulcro. Sean ciertas o no las leyendas templarias que se cuentan sobre este monumento, bien merece la pena ir a Segovia para comprobar su autenticidad.

Castillo de Jerez de los Caballeros

Solo su nombre ya lo evoca todo: Jerez de los Caballeros. Este hermoso pueblo de la provincia de Badajoz alberga, sin lugar a dudas, uno de los castillos templarios más asombrosos de España. Según las crónicas de la época, la fortaleza pasó a formar parte de la Orden del Temple en el siglo XIII, cuando el rey Alfonso IX pudo vencer a los musulmanes y reconquistar esta zona de Extremadura.

Castillo de San Servando, en Toledo

Entre las estrechas callejuelas del centro histórico de Toledo y el río Tajo se encuentra el bellísimo puente de Alcántara. Si cruzamos por esta pasarela a la otra orilla llegaremos al Castillo de San Servando: una fortaleza de origen templario que actualmente acoge un albergue juvenil.

Aunque la cuesta hasta San Servando es pronunciada, merece la pena subir hasta el castillo. Bajo sus torreones se puede divisar una de las estampas más bellas de Toledo, con el icónico Alcázar de fondo.