El bautizado como PHBV (PoliHidroxiButilValerato) se obtiene a partir de la trituración del residuo vegetal para extraer su glucosa, con la que se alimenta a un microorganismo que produce el biopolímero necesario para su fabricación. El plástico resultante puede utilizarse para el envasado de alimentos y, a diferencia de otros bioplásticos, se podrá reciclar, compostar, e incluso biodegradarse en el entorno marino.
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