Un día como el de hoy de 1968 los habitantes de Checoslovaquia despertaron con las tropas del Pacto de Varsovia ocupando sus ciudades y pueblos. Tan sólo unos meses antes el dirigente Alexander Dubček había promovido un giro aperturista del régimen comunista aprobando la libertad de expresión, lo que azuzó las críticas al sistema y las demandas de democracia. La URSS contempló impaciente el discurrir de los acontecimientos y desde el comienzo lanzó advertencias de que no admitiría desviaciones del «socialismo real». Las amenazas se materializaron en la noche del 20 al 21 de agosto. Tropas de cinco estados miembros del Pacto de Varsovia se desplegaron por el país y Dubček y el gobierno fueron llevados a Moscú. Pese a la resistencia ciudadana durante siete días, Checoslovaquia volvió a ser un régimen satélite de la URSS.