Tony Blair, a la cabeza del laborismo británico

 Tal día como hoy de 1994 un edimburgués de 41 años llamado Tony Blair fue elegido líder absoluto de Partido Laborista Británico. Tras la inesperada muerte del anterior dirigente, John Smith, la dirección del partido y la oposición se dirimió en un congreso en el que Blair obtuvo el 57% de los votos. Su elección fue un soplo de aire fresco frente al conservadurismo thatcherista, que llevaba en el poder desde 1979 y en ese momento estaba encabezado por un desgastado John Major. Desde el primer momento Blair se centró en organizar todos los recursos con el objetivo de ganar las siguientes elecciones generales y se comprometió a desarrollar una agenda de centro izquierda con un sólido referente moral. Su buena presencia, su desenvoltura ante las cámaras y su talento comunicativo irrumpieron de inmediato con fuerza en la escena política británica.