A las 9:00 a.m. del 5 de octubre de 1910, desde el balcón del Ayuntamiento de Lisboa, se proclamó la república en Portugal y se anunciaba la formación de un gobierno provisional. Se ponía así fin a dos días de lucha en la capital y sus alrededores entre los partidarios del derrocamiento de la monarquía y de implantar reformas progresistas y las fuerzas del orden. Finalmente el rey Manuel II fue expulsado del país, terminando con el reinado de la dinastía de Braganza que había ocupado el trono desde 1640 y con la monarquía misma. Al año siguiente una nueva constitución consagraría la República Portuguesa.