El 5 de junio de 1981 la publicación oficial del gobierno estadounidense MMWR (Morbidity and Mortality Weekly Report) publicó un informe sobre un caso médico en Los Ángeles. Cinco varones adultos sufrían un caso raro de neumonía. Dos de ellos habían fallecido. La publicación informaba de que sus historias clínicas sugerían una «disfunción inmunocelular» desconocida contraída, probablemente por transmisión sexual. También apuntaba la existencia de casos similares en San Francisco y Nueva York. En ese mismo mes el Center for Disease Control and Prevention formó un equipo de investigación para estudiar la misteriosa enfermedad. Comenzó entonces el trabajo que llevaría a la definición del SIDA, la enfermedad que cambió el mundo a finales del siglo XX. En mayo de 1983 la misma institución hizo público el primer protocolo de recomendaciones para prevenir el contagio.
