Tal día como hoy de 2000 el gobierno británico anunció que sería el primer Estado del mundo en presentar un proyecto de ley que permitía la clonación de embriones humanos con fines de investigación terapéutica. La falta de regulación sobre la materia y los avances en tecnología médica habían dejado en evidencia en los años anteriores la existencia de un vacío legal. Reino Unido fue el primer país en dar un paso al frente. Anunció la presentación de un proyecto legal por el que se regularía la clonación de embriones con el fin de desarrollar tratamientos para enfermedades incurables como la diabetes o el párkinson y lesiones graves como las medulares. El anuncio produjo el inmediato rechazo de los grupos más conservadores dado el desacuerdo social en torno a la moralidad de estas prácticas científicas.