Tal día como hoy de 1994, más de cuarenta años después del fin de la II Guerra Mundial, el contingente permanente de soldados aliados del Berlín Occidental abandonó definitivamente la ciudad. La división de la capital alemana tras el fin de la contienda y la construcción del muro de separación de sus dos partes en 1961 fueron uno de los símbolos del enfrentamiento entre bloques que marcó la llamada Guerra Fría. Aunque físicamente Berlín se encontraba en la República Democrática de Alemania, es decir, en la parte soviética del país, el lado oeste de la ciudad permaneció bajo influencia del bloque capitalista y se consideraba territorio de la República Federal de Alemania. La rocambolesca situación de la ciudad determinó la presencia de tropas de ambos bloques en sus respectivas mitades. La caída del muro de Berlín en 1989 marcó el principio del fin de la separación y de la Guerra Fría. La salida de las tropas aliadas (británicas, francesas y estadounidenses) del Berlín oeste fue precedida una semana antes por la de las rusas del Berlín este.