El presidente Lluis Companys proclama desde el Palacio de la Generalitat el Estat Català.
El 6 de octubre de 1934 el presidente Lluis Companys entonó unas estrofas de Els Segadors para proseguir con un discurso que proclamaba el Estat Català dentro de la república federal española e invitó a los dirigentes de la lucha antifascista a formar el Gobierno Provisional.
El motivo de esta decisión se debe a que dos días antes, el gobierno encabezado por el líder del Partido Republicano Radical, Alejandro Lerroux, incluyó a tres ministros de la derecha católica. La decisión vino dada por el resultado en las urnas en las elecciones de 1933, al ser el grupo más numeroso de la Cámara.
Este hecho deterioró la relación institucional entre los poderes central y regional, derivando en un conflicto armado entre el Ejército y los Mossos d´Escuadra. Tras 10 horas de lucha, Companys se rindió y fue detenido junto con sus consejeros. El saldo fue de medio centenar de muertos y más de 100 heridos graves en Barcelona y otras poblaciones catalanas donde la rebelión también se llevó a cabo.
Para restituir el orden de la República en Cataluña se puso al frente de la Generalitat al coronel Jiménez Arenas, nombrado por Domingo Batet, capitán general de Catalunya, durante las semanas que duró la ley marcial. Posteriormente se desmanteló la infraestructura de los sublevados, se detuvo a los huidos y se habilitó en 1935 un régimen transitorio.
Las Cortes revisaron durante tres meses el Estatut y de forma gradual se fueron delegando competencias a la Generalitat aunque este proceso se vería interrumpido por el triunfo electoral del Frente Popular en 1936. Lluis Companys fue amnistiado por el gobierno de Azaña y repuesto al frente de la Generalitat. El régimen autonómico recuperó en ese momento su estatus anterior a la insurrección.