Explosión del Krakatoa

 El 27 de agosto de 1883 la isla volcánica conocida como Krakatoa, situada en el estrecho que separa Sumatra y Java, explotó dejando de existir. En mayo de ese año, el volcán, que había permanecido dormido, comenzó a presentar actividad. En la mañana del 27 de agosto se produjeron cuatro erupciones de las que la última provocó fisuras en las paredes del volcán permitiendo la entrada de agua del mar en su cámara. El resultado fue una inmensa explosión provocada por la acumulación de vapor de agua a enorme temperatura. El sonido llegó a escucharse en Australia, a más de 3.500 kilómetros de distancia. La explosión generó un gigantesco tsunami y lluvia de cenizas que acabó con la vida de cerca de 36.000 personas. Tras la erupción y la desaparición de la isla, surgió una nueva isla volcánica llamada Anak Krakatoa («hija de Krakatoa) que continúa creciendo a razón de unos 13 centímetros semanales.