El 10 de octubre de 2017, un día como hoy en la historia, el presidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont declaró de manera unilateral e inconstitucional la independencia de Cataluña. Este acto sucedió 9 días después de la celebración de un referéndum de independencia. El 1 de octubre, el Gobierno de Cataluña convocó a los catalanes a las urnas para que votaran en referéndum la independencia de Cataluña. Este acto había sido suspendido por el Tribunal Constitucional de España, declarado inconstitucional por el órgano de Justicia. Los resultados del referéndum fueron un 90,18% a favor de la independencia y un 7,83% en contra, siendo la participación de un 43,03%.
La declaración llevada a cabo el 10 de octubre, apoyada en los resultados del referéndum, proclamaba el establecimiento de la una República Catalana como «Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social». La mayoría independentista suscribió la resolución en el mismo acto en el parlamento regional de Cataluña.
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Las consecuencias de dicha declaración fueron numerosas. El gobierno español activó el artículo 155 de la Constitución Española y numerosos dirigentes políticos involucrados en el proceso salieron de España. Otros permanecieron en el país, enfrentándose a la justicia y siendo encarcelados algunos de ellos.
Se trata de una situación que marcó profundamente la política española y se convirtió en un hecho relevante de la historia de España.