Tal día como hoy de 1510 murió uno de los grandes renovadores de la pintura del Quattrocento italiano, Sandro Botticelli. Nacido en Florencia, fue hijo de un curtidor y su primera formación fue de platero. Sin embargo, ingresó en el taller de Filippo Lippi, donde aprendió el arte de la pintura, pasando después al de Verrocchio, uno de los más activos y renovadores . En 1470 disponía ya de su propio taller. Comenzó entonces su importante producción de madurez, en la que supo plasmar los ideales de renovación estética del Renacimiento. En 1481, Sixto IV le reclamó para la decoración de los muros de la Capilla Sixtina y a su regreso estuvo al servicio de los Médicis. La década siguiente se vio marcada por su conversión al ideario religioso de Girolamo Savonarola, que le llevó a abandonar los temas profanos. Botticelli Murió en su ciudad natal conservando intacta la admiración de sus colegas.
