Erupción del Etna

 El lunes 28 de marzo de 1983 los vecinos de las poblaciones cercanas al Etna vieron interrumpida su tranquilidad por una nueva erupción del famoso volcán de la isla de Sicilia. La erupción se inició en el flanco sur del volcán que cuenta con varios cráteres además del central. La lava comenzó a ser expulsada por varias bocas de dicho flanco, una de ellas abierta al día siguiente de iniciarse la erupción, y formó un río de unos 200 metros de frente. La actividad continuó hasta el 6 de agosto y aunque produjo daños materiales en algunas instalaciones de la ladera del volcán, no hubo que lamentar víctimas. Con una altura en torno a los 3.330 metros, el Etna es uno de los mayores volcanes de Europa. Se trata de un volcán activo del que se conocen erupciones desde el 1500 a.C.