Tal día como hoy del año 1890 el Senado aprobó la ley de sufragio impulsada por el gobierno del líder del partido liberal, Práxedes Mateo Sagasta, presidente del Consejo de Ministros desde noviembre de 1885. Durante su prolongado período de gobierno, conocido precisamente como «gobierno largo», Sagasta fue implantando novedades que pretendían abrir el sistema político de la Restauración (instaurado con la Constitución de 1876) a las novedades de los países de Europa Occidental. La Ley de asociaciones de 1887 y la ley del juicio por jurado de 1888 fueron los principales hitos junto con el deseo de restaurar el sufragio universal masculino, que ya había existido durante el período de vigencia de la Constitución de 1869. La ley fue promulgada el mes de junio de 1890, pero la práctica caciquil limitó severamente su significado democrático en la práctica.